Para nosotros, la palabra ‘voluntariado’ merece mucho respeto y explicación. Desde nuestro punto de vista, para poder llevar a cabo un proyecto sobre el terreno es necesario el compromiso antes, durante y después. Y es fundamental disponer de tiempo para poder acometerlo. Para poder trabajar de manera respetuosa y eficaz con las comunidades locales es necesario tomarse un tiempo para conocerlos, para que te conozcan e ir forjando así una relación basada en la confianza, antes de ponerse ‘manos a la obra’.

Es clave observar, preguntar y entender antes de opinar y de juzgar por qué las cosas se hacen de una manera o de otra sobre terreno. Venimos de una cultura muy diferente a la que vas a encontrar en allí y las cosas se hacen y resuelven de manera y en tiempos muy distintos a los de aquí. Eres tú el que te tienes que adaptar a esta manera de hacer las cosas. Y, con el tiempo, y una vez establecida una relación de confianza, seguro podrás aportar un valor añadido y ofrecer una perspectiva diferente a estas comunidades, tan necesaria para su progreso. Por todo ello, nos gusta diferenciar lo que nosotros entendemos como voluntariado a diferencia de los viajes solidarios de inmersión cultural.