El primer momento que transformó nuestras vida fue sin duda en Kenia, en Kabarnet (Valle del Rift) hace 7 años. Por primera vez, decidíamos invertir nuestro tiempo de vacaciones en colaborar con una ONG: Bamba Project. No hay lugar en el mundo en el que nos sintamos tan felices como nos sentimos cuando estamos allí, cuando estamos con ellos, con nuestra familia keniana.  Cuando sus preocupaciones, son las nuestras. Sus alegrías, las vivimos elevadas al infinito. Hace siete  años conocimos un lugar mágico, un país lleno de contrastes que nos recibió con los brazos abiertos y con el que llevamos colaborando activamente desde entonces.

Porque MAMA KASINDE también existe gracias a la inspiración que hemos recibido en muy diferentes lugares del mundo, donde hemos sido testigos de esas personas que son las que están cambiando el mundo de verdad. Esas personas que nos han enseñado que sí se puede generar un impacto positivo y ayudar a mejorar la vida de las personas. Esas personas que no buscan excusas. Personas que ACTÚAN.

De un tiempo a esta parte, viajar cada vez ha tenido un tinte más amargo para nosotros. Cuanto más viajas, en concreto a determinados países, eres más consciente de la realidad, de la diferencia, del contraste, de la injusticia… lo vamos encontrando a cada paso. Y, cada vez, te resulta más difícil abstraerte. Porque vas creando lazos. Y ves de frente la necesidad. Te das cuenta de que, uno solo no puede cambiar el muno pero, con muy poco, sí se puede cambiar la vida de una persona.

Hoy, sentimos la responsabilidad de contribuir de alguna manera y en algún lugar con todo lo que hemos aprendido de tantas personas maravillosas. Es nuestro momento. Nos toca!

No podemos ni queremos dar la espalda o cerrar los ojos ante lo que sucede en el país que tanto nos ha ofrecido y nos sigue ofreciendo y, así, hemos decidido no esperar más. Seguiremos colaborando con Bamba Project, por supuesto y, además, trabajaremos con otras comunidades que no han tenido la suerte de que nadie se fije en ellas hasta ahora.

Así, llegamos a MAMA KASINDE. Un viaje que empezamos solos y que continuamos acompañados para, entre todos, dar comienzo a un nuevo compromiso de vida.